Hola, soy Pedro
¿Qué podría contar de mí para que os
hicierais una idea de quién soy? ¿Se puede hacer en pocos palabras? ¿…? Si
intento responder a las preguntas de ¿Dónde y cuándo nací? ¿Qué estudié?
¿Qué hago actualmente?, ¿si estoy casado o soltero?, ¿si tengo hijos?, ¿qué me
gusta?,...., ya estaré ubicado. Sin embargo esa información es muy aséptica y
aún siendo válida para rellenar cualquier formulario y tener una primera
impresión sobre la persona, no nos vale para nada más. Todo lo que saquemos de
más será debido a la propia capacidad de inventiva o imaginación, a lo más, de
razonamiento inductivo, de aquel que analice la información proporcionada.
Cuando conocemos algo nuevo, cuando
leemos, escuchamos música, observamos un cuadro,..... a algunos, por
regla general, nos gusta conocer la fuente, al autor. Parece que el conocer
algo más de él o ella, nos ayudará a comprender su obra, lo que ha dicho, lo
que ha hecho. Bueno. Pues sí, creo que es cierto, pero, incompleto. Porque es
importante situarnos en el contexto. Debemos saber qué vida se vivía, cómo era
su gente, qué comía, qué hacía, a qué dedicaba el tiempo libre. Yo no soy
nadie, sin el entorno que me rodea, él me condiciona (aunque no me dé cuenta),
e incluso me puede corromper -en el sentido ilustrativo rousseauniano- pero a
la vez, yo intervengo en mi medio, para cambiarlo, espero, y si es para mejor,
pues mejor (valga la redundancia), lo que a la larga me puede cambiar a mí
mismo, y a lo mejor a mis congéneres y descendencia- esto último en sentido
adaptativo lamarckiano.
Es importante conocer lo que se ha hecho, pero no menos importante es
conocer porqué se ha hecho. Esto me ayudará a completar mi postura ante lo que
conozco y a disfrutar (o dejar de hacerlo) con lo que vivo.
Al mismo tiempo, es importante saber
quiénes somos, pero también por qué somos así. Es la única forma de avanzar y
poder cambiar aquello que no nos gusta de nosotros.
Porque en cada uno de nosotros hay más
aspectos que hacen que seamos lo que somos y cómo somos. Somos el resultado de
todo lo que nos ha pasado, de todas nuestras experiencias, que hemos vivido en
un momento concreto en un entorno determinado.
Por estas razones, diré que:
Soy el resultado de esos tiempos vividos
cuando era un niño, en los que imperaba
la intranquilidad y la inseguridad del
final de una dictadura, aunque a esas edades no fuéramos necesariamente conscientes de ella. Pero sí lo éramos de sus efectos. Después, pude
vivir como el levantamiento de la sociedad comienza a hacerse perceptible en
los demás. De este entorno social, mantengo el recuerdo de las
manifestaciones en la calle y la demanda continua de libertad de expresión,
pero también los cambios en las caras de las personas más cercanas cuando
hablaban, desprendiendo una radiante alegría e ilusión porque se percibían
atisbos de cambio.
Soy el resultado de aquellos momentos en
los que vivía pegado a mi imaginación, jugando, leyendo, viviendo,disfrutando, …
Soy el resultado de aquellos años vividos, en los que en una
habitación emborronaba infinidad de papeles, buscando darle cuerpo a mis imágenes mentales. No sé si salieron buenas
obras finales, pero al menos conseguí ser consciente de lo bien que me lo
pasaba haciéndolo.
Soy el resultado de haber compartido mi
infancia con el Universo de los Héroes de la Marvel (en mi tiempo, la Marvel Comic Group), cuyas
ilustraciones se convirtieron en muchos casos en mi fuente de inspiración, por
lo que les debo, en gran parte, mi afición por el dibujo. Recuerdo aquellos
tiempos en los que vivíamos ilusionados
por compartir nuestro recreo con los amigos, jugando a los cromos de los superhéroes que nos iban
apareciendo en los “Tigretones” o “La Pantera Rosa”, que llevábamos de
desayuno. Momentos en los que llamábamos “La Masa” a “El Increible Hulk”;”la
Patrulla X” a “Los X Men”, o “Dan Defensor” a “Daredevil”.
Soy el resultado de la influencia
recibida a través de la música. De todo las emociones que me han despertado los
Beatles, los Stones, Led Zeppelin o The Who; de todos los momentos compartidos
con The Doors o Pink Floyd, del tempo que pasaba escuchando la música que nos
llegaba a través de la radio, proveniente de la movida madrileña, y aquello que
se dio en llamar música independiente, o viendo a Paloma Chamorro y su Edad de
Oro (que era la nuestra). Gracias a los Clash, a los Pistols,…,y a todos
aquellos que me fueron guiando en mi
devenir desde el Heavy metal al punk, al blues y al rock progresivo, al
reggae, y demás estilos del rock. Todos esos ratos, cantando las letras que
habíamos desgranado de las canciones de Barón Rojo y Obús, y especialmente de
esos vallecanos llamados Leño. Todos ellos nos acompañaron y ayudaron a crear en mi casa un ambiente de ocio, pero
también de estudio, del que participamos muchos.
Soy el resultado de haber retenido en mi
memoria como una canción completa, algunos de los temas que emanaban de los discos de vinilo
infinitamente reproducidos en el tocadiscos, a los que se había sumado como
propio el peculiar sonido producido al caer la aguja sobre el microsurco, al
igual que el leve zumbido posterior que a modo de antesala del tema en
cuestión, sonaba de forma constante
y que sólo cesaba cuando la
canción empezaba. (Aunque en algunos
casos el disco había sido tan repetidamente escuchado, que el sonido acompañaba
a cada una de las caras). De hecho, aún hoy, en el entorno de grandes avances
tecnológicos en el que estamos sumidos, todavía espero en algunos discos
(CD´s), que vuelva a aparecer ese sonido.
Soy el resultado de todo ese tiempo con
la oreja pegada a unos altavoces de los que emanaba el sonido que ha ido
conformando la banda sonora de mi vida. Aún hoy sigo con la oreja pegada,
porque el espectáculo debe continuar.
Soy el resultado de esos años vividos en
diferentes rincones de la geografía española, que han ido marcando mis etapas
de crecimiento psíquico y social y de los que he ido guardando recuerdos (en
muchos casos,……,en otros, por supuesto, no).
Soy el resultado de todo lo que elegí,
pensando que era mi mejor decisión, y de
lo que no elegí, que vino impuesto y que más tarde acomodé, pero que con el
tiempo he acabado desechando, si sentí que no encajó bien con mi propia
personalidad.
Soy el resultado de esos contactos
mantenidos a lo largo de mi vida con gente maravillosa, con los que he
disfrutado, y con otros no tan espléndidos, pero de los que también he extraído
alguna enseñanza, que me ha permitido ir aprendiendo y ser consciente de lo que
no quiero ser.
Soy el resultado de mis largas horas de
escucha, de, lo que me ha permitido como receptor, incorporar sedimentariamente
a mi acerbo personal, la materia de la que se derivan muchas de mis emociones,
sentimientos y opiniones.
Soy el resultado de aquellos años
vividos en mi adolescencia, en los que hacíamos cosas que se podían hacer y
otras tantas que no, fruto de la irresponsabilidad de nuestra condición de
púberes y de la ausencia emocional de conciencia acerca de las consecuencias de
nuestros actos y comportamientos.
En esa época, estábamos como locos
intentando no imitar los modelos más cercanos para conformar nuestra propia
personalidad y eso nos convertía, de alguna manera en pseudorebeldes.
Aún así, de aquellos años, no guardo
sólo recuerdos de las vivencias, sino algo más fáctico que me permitió seguir
construyendo mi vida: Mi mujer. Soy el resultado de esta elección que nos está
permitiendo construir nuestro mundo dentro del mundo.
Soy el resultado de esa construcción
progresiva, y de sus ramificaciones, de las que han emergido sus mejores
frutos: Mis hijos
Soy el resultado del camino andado hasta
el momento y el responsable de continuarlo hasta el final. Es un camino
especial, del que solo tomamos conciencia, tras haberlo recorrido.
Soy el resultado de aquellas experiencias
vividas de las que sólo conservo recuerdos
leves, aislados e inconexos, pero se torna gratificante cuando al mirar
retrospectivamente, los vuelvo a traer a
mi mente, configurando una nueva imagen a la que voy dando un sentido en el
presente.
Soy el resultado de lo vivido, de la
felicidad alcanzada, del hedonismo complaciente, pero también de las desdichas,
de las experiencias negativas y de los
malos momentos. En general, tengo recuerdos en torno a la amistad y al
amor, de los instantes felices, de los hechos trágicos, de mis momentos
compartidos y de los vividos en soledad (elegida o no), de mis introspecciones
y reflexiones, en definitiva.....de mis experiencias vividas. Todo ello ha
creado la persona que soy. Mejor o peor. O mejor dicho, a ratos mejor, a ratos,
peor. Porque soy el resultado de lo vivido y continuaré siendo eso en cada
momento, aunque en cada momento sea diferente.
Soy el Resultado de todo esto, ………….y de más, que es lo que queda por vivir.
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